Desde pequeña siempre me pregunté ¿por qué los perros se huelen el trasero?; al ver este comportamiento en casi todos los canes.
La historia que mi madre me contó de pequeña sobre ello no tiene desperdicio.
Según mi creativa madre:
‘Hace mucho tiempo, todos los perros del mundo fueron a una gran fiesta. Pero antes de entrar, debían dejar el trasero en la entrada. La celebración fue interrumpida por una gran tormenta y los perros salieron despavoridos para protegerse en un lugar seguro. Con las prisas, se colocaron cualquier trasero que encontraron y desde entonces, todos los perros del mundo olisquean el trasero del otro, buscando el suyo propio’.
Cuando crecí un poco, comprobé que esta explicación era solo una creativa historia de las muchas que mi madre inventaba.
Por ello, decidí buscar la verdad de por qué los perros se huelen el trasero y hoy la comparto contigo.
¿Por qué los perros se huelen el trasero? La verdad
Como debes saber, los perros tienen un sentido del olfato muy desarrollado. Expertos aseguran que su sensibilidad es 10 000 y 100 000 veces mayor que la de nuestro olfato.
De esta forma, lo utilizan para recoger información sobre otros perros. Oliendo el trasero pueden conocer el género, lo que han comido recientemente, su estado de ánimo y mucho más.
Los especialistas explican que se trata de una comunicación química que se establece entre los canes. Mediante el ano, los perros segregan un montón de sustancias químicas que les permite al resto de los canes conocer a sus compañeros.
La trimetilamina es la sustancia principal que desprenden los perros, en conjunto con algunos ácidos.
Y eso no es todo
Además de la potencia olfativa que tienen los perros para detectar los cambios químicos a través del trasero, los canes tienen un segundo sistema de olfato dirigido por el órgano de Jacobson.
Un órgano que también está presente en algunos vertebrados como serpientes y gatos.
Este órgano también es muy importante en la comunicación química entre los canes. Cuenta con un sistema de nervios que se comunican directamente con el cerebro, donde procesan toda la información que recogen de sus exploraciones olfativas.
Además de utilizarlo para detectar determinadas informaciones directamente de otros perros, también lo usan para recoger datos de la orina de sus compañeros peludos.
Pero los perros no son los únicos animales que utilizan el olfato para comunicarse con los de su misma especie. El murciélago de saco, el antílope negro y el lémur de cola anillada son otros de los animales que cuentan con este interesante sistema de comunicación.
Y aunque era más divertida la historia que mi madre me contó sobre por qué los perros se huelen el trasero, esta es la verdadera realidad.
¿Qué te parece esta forma de comunicación en los perros?
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