Aunque es normal ver a los conejos convivir con los seres humanos, esto es algo relativamente nuevo, sobre todo si lo comparamos con otras clases de animales de compañía, su ancestros, el conejo salvaje. Este vive en hábitats tan diversas como selvas, bosques, campos, sabanas, desiertos y pantanos de todo el mundo.
Los conejos domésticos, por su parte, muestran muchos comportamientos de sus ancestros, sobre todo si nos basamos en el comportamiento maternal, la anidación, el comportamiento social y natural. Se debe entender que los conejos viven en grandes grupos familiares. Para hacer sus madrigueras cavan grandes pozos en el suelo conectados en forma de túneles. Esto se dividen en zonas que se utilizan para dormir o construir un nido.
Vida natural
Los conejos son los animales de presa por excelencia. Por esta razón, es normal que se alimenten de noche o al amanecer. Son herbívoros, así que consumen gran cantidad de hierbas que encuentran en su entorno. En la superficie, los conejos son muy desconfiados y comprueban, en busca de depredadores, sentándose en sus patas traseras o apoyándose en objetos con sus orejas erguidas para escuchar cualquier ruido extraño; esto hace parte de su comportamiento natural.
Su sentido del olfato es uno de los mejores del reino animal y una buena visión periférica. Los conejos son buenos excavadores, ya lo dicen sus hogares, y tienen la capacidad de saltar 70 cm de largo y un metro de alto, además pueden correr hasta 30 km/h.
Los conejos son animales muy sociables y viven en grupos grandes, en donde existen entre dos y nueve hembras, y entre uno y tres machos, además de sus crías. Toda la familia comparte en área de la madriguera, la cual los ayuda a protegerse de los depredadores y otros conejos que puedan atacarlos. En cuanto al aseo, son animales que realizan esto junto, lo que ayuda a fortalecer los lazos.
Cuando el clima es favorable, suele ser tiempo de reproducirse. Para ello, construyen nidos donde les caiga luz. En estos lugares parirán y darán de mamar a sus pequeños conejos.
La cría del conejo
En el mundo, se calcula que cerca de 1.2 millones de conejos mueren al año con el fin de alimentar humanos. Muchos de ellos, de hecho cerca del 40%, se encuentran en China. Los conejos representa la segunda especie de cría en granja en la Unión Europea.
En esta parte del mundo, anualmente, mueren cerca de 326 millones de conejos en países tan diversos como Italia, España y Francia, lugares con una larga tradición en la cría y el consumo del conejo. Los mayores usos que se le dan a este animal es la carne y la piel. En la cría de los mismos, se utilizan técnicas ancestrales que pasan de generación en generación y que difieren mucho entre sí.
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